20 marzo 2015

desnuda


Un recorrido por la piel desnuda de los objetos, es un camino emocional cargado de sensualidad.
El gusto por los acabados afina los sentidos de quienes diseñan y lo fabrican, un don contagioso para los usuarios que entran en contacto con el proyecto.

La piel de los objetos se desviste ante nuestros ojos cuando los contemplamos. Seducen por la embriaguez que provocan las formas y las cualidades de la superficie. Textura, reflexión de la luz, olores de aceites y fibras, axilas, caderas o cicatrices.

He imaginado muebles que han recibido la impronta del cuerpo desnudo de la mujer que los utiliza.

Si viajamos por los antecedentes históricos, recuperamos objetos y muebles cómplices con la feminidad. Los diseñadores han pensado en muebles voluptuosos, muebles maternales o meretrices, muebles sensuales con nombre de mujer. Las diseñadoras no, ellas han escrito un capítulo diferente, reflexivo y sugerente, han tenido que aceptar la distancia que marca hablar un lenguaje sin género cuando se les recuerda permanentemente el suyo. Charlotte Perriand, Eileen Gray, Teresa-Kruszewska, Lina Bo Bardi, se han desnudado diseñando. Jóvenes diseñadoras en la actualidad cambian de dirección, Alessandra Baldereschi o Meike Harde feminizan la cultura de los objetos.

Quisiera captar algo de su mirada sabia y desnuda para poder ensamblar estos objetos domésticos.

Exposición "La mujer desnuda" en el centro cultural Rafael Morales, del 20 de marzo al 24 de abril.